Comenzamos el año y continuamos con la presentación de nuestros campeones.
Nuestro primer protagonista de hoy es el dinosaurio Miguel Sánchez. Este pequeño es muy hábil con el balón, corre la pista como nadie y está siempre presente tanto en jugadas de ataque como en las defensivas, lo que lo convierte en una pieza esencial para su equipo.
David Jiménez es un as en los cocodrilos. Penetración hasta el aro y tiro certero son sus señas de identidad y lo que hace temblar a las defensas de los equipos rivales. Su firmeza en el cuerpo a cuerpo y habilidad para colocarse bajo el aro y rebotear, son el plus que todo entrenador busca para su quinteto ideal.
En el grupo de los minibasket, los águilas, Javier Marín es uno de esos jugadores con una labor callada pero totalmente importante: la construcción de jugadas. Con su habilidad innata en bote y manejo de balón, y con sus pases certeros facilita a sus compañeros el juego en el centro de la cancha para un remate certero de las jugadas de ataque, siendo, por añadido, un auténtico muro en defensa.
El lobo Pedro Pineda es como esos novatos que en su primer año en la NBA alcanzan un papel destacado en este deporte. Perfeccionando sus habilidades a pasos agigantados y con una altura preeminente para su edad, Pedro recoge los frutos de su esfuerzo con grandes actuaciones anotadoras y reboteadoras en los últimos partidos, habiéndose convertido ya en un elemento imprescindible en la categoría infantil.
La última presentación es del equipo de los osos y se trata del jugador cadete, pero de edad infantil, Mario Cabello. Mario es un jugador fino y elegante, con una técnica impecable y un acierto en tiro lejano superior a lo habitual. A pesar de su corta edad, ya tiene una gran trayectoria en el basket local, es lo que se llama un "clásico". Al margen de lo meramente deportivo, hay que destacar que Mario es muy valorado y querido entre sus compañeros por su forma de ser y carácter afable.